martes, 28 de abril de 2009

Atraer a los influenciadores

A la hora de afrontar un lanzamiento hay que saber moverse como pez en el agua entre las audiencias, apoyándose en datos sociológicos, económicos y culturales. Ante un nuevo lanzamiento, es importante analizar y comprender los diferentes públicos. Existen potenciales consumidores, distribuidores, autoridades, líderes de opinión, públicos internos, periodistas… Desde el punto de vista de las RRPP, el público en general y el público objetivo del producto son, evidentemente, muy importantes, pero no son el público principal y target de nuestras acciones. Las RRPP actúan sobre los influenciadores de los públicos objetivos del producto o servicio que se va a lanzar y sobre sus fuentes de información.

Las Relaciones Públicas concentran sus esfuerzos en captar la atención de los influenciadores de determinados públicos. Todo ello para lograr una mayor amplificación de los mensajes y un traslado más eficaz de los mismos.

martes, 21 de abril de 2009

Un presupuesto ¿elástico?

Los resultados, acordados y consensuados con el responsable del lanzamiento, dependerán evidentemente de la asignación presupuestaria. Para comenzar a trabajar en el plan de comunicación, el responsable de RRPP deberá tener una orientación económica. No es lo mismo diseñar un lanzamiento con un presupuesto ambicioso que con uno reducido. Es evidente que el lanzamiento con mayor respaldo podrá ser más impactante y, seguramente, podrá asegurar un enfoque 360 grados, o sea, circular, e implementar más herramientas de comunicación. Un proyecto con menor inversión no tiene por qué ser menos eficaz, tan sólo deberá priorizar las actividades para optimizar los resultados.

En cualquier caso, otra de las ventajas de las RRPP, frente a otras disciplinas como la publicidad, es que su coste es, en comparación, mucho menor. Resulta significativamente menos costoso y, aun así, sus resultados pueden ser sobresalientes.

El anuncio de la llegada de un bebé empieza a cavar un auténtico agujero negro en la cuenta corriente… que no acaba nunca. Es una inversión que se afronta con la mayor de las ilusiones, pero lo cierto es que los gastos se acumulan día tras día.

Al principio se trata del cochecito, el moisés, la cuna, la bañerita, la mochila, el cambiador, el parque, la trona, el cuco y la silla para el coche. Aun así, la cosa no ha hecho más que empezar, porque en un abrir y cerrar de ojos uno se encuentra rezando para que no le rechacen la VISA con los patines, la bicicleta, la raqueta de tenis y la guitarra o al pedir un crédito al banco para pagar la moto o la entrada para un coche. En España, la edad media en la que estos bebés abandonan el nido está en 36 años. Esperemos que el presupuesto asignado sea generoso o, al menos, elástico.

miércoles, 1 de abril de 2009

Los resultados...acordados previamente

El plan de RRPP deberá integrarse plenamente en los planes globales de marketing, de la marca y del producto que está a punto de lanzarse. Además, una vez definidos los objetivos de comunicación y los pasos a dar, será importante acordar los resultados esperados con el empresario y/o responsable de marketing. Consensuar conjuntamente los resultados previstos de una campaña de RRPP es primordial, ya que, de esta manera, nos aseguramos de estar siguiendo el camino adecuado, sin coger desvíos innecesarios.

Evidente y lamentablemente, ante un embarazo es inviable (al menos, que nosotras sepamos) eso de acordar los resultados deseados: quiero un niño rubio, con ojos verdes, que nunca tenga cólicos, no dé disgustos y de mayor se case con la que yo elija. Sin embargo, sí que resulta necesario que la embarazada acuerde resultados con su pareja (una vez nazca el bebé cambiaremos pañales los dos); con el ginecólogo (no te irás de safari a Kenia el mes en el que salgo de cuentas) o incluso con su madre o suegra (recuerda: el bebé es mío, tú los tuyos ya los tuviste y los educaste a tu gusto). Estos resultados deben quedar acordados de manera más o menos diplomática y más o menos sutil, pero acordados en cualquier caso para evitar futuros malentendidos.

Ante el nacimiento de un producto, los objetivos de comunicación y los resultados deseados deberán ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y acordados en el tiempo.